PSUV descubre que por error realizó caminata en Catia con muñeco de Barney

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PSUV descubre que por error realizó caminata en Catia con muñeco de Barney

El PSUV descubrió que realizaron su caminata de ayer por la parroquia Catia con un muñeco inflable de Barney, en vez del correspondiente muñeco inflable de Chávez, debido a un problema de coordinación logística con uno de sus proveedores.

El error fue descubierto hoy, cuando la señora Gertrudis Peña, secretaria de la tolda roja, recortaba las fotos de la actividad política en los medios de comunicación oficialistas para hacer un reporte de prensa. «Yo estaba haciendo mi tarea, que consiste en recortar todo estas fotos y reportajes sobre la campaña y pegarlo bien bonito en unas hojitas, cuando me di cuenta que había algo raro con el muñeco inflable del presidente. Algo raro, no sé. Con todos esos remedios que supuestamente se ha metido yo sé que él ha cambiado un poquito, ha echado sus kilitos; pero de allí a ponerse morado ya es otra cosa. Se lo comenté a mis jefes como quien no quiere la cosa y ahí fue cuando se armó el problemón» afirmó la señora Gertrudis, mientras le echaba escarcha roja a unas hojas.

Aristóbulo Istúriz, directivo del PSUV y uno de los encargados de la campaña, fue quien descubrió la raíz del problema. «En lo que la señora Gertrudis me comentó lo de la foto, llamé a la compañía que nos alquila los muñecos. El problema fue de ellos: por error, mandaron el muñeco inflable del Comandante-Presidente a una fiesta infantil, creyendo que era un castillo inflable. Imagínate tú, qué verguenza nosotros haciendo ese desfile por Catia con ese Barney gigante. Lo bueno es que no mucha gente se dio cuenta del error. Fíjate que ayer había como 500 personas en esa concentración y nadie dijo nada, no fue sino hasta hoy que nuestra secretaria se dio cuenta. Así que tampoco vamos a armar un gran rollo con esto. Ya cuadré con la compañía, me dijeron que como el error había sido de ellos la próxima vez nos van a dar el muñeco gratis».

Intentamos conocer la opinión del público de Catia, pero la realidad parece confirmar la teoría de Istúriz: nadie se dio cuenta del intercambio de los muñecos. «¿En serio no era el presidente? Guá, será que como ya tiene como 8 años que no pasa por aquí no me di cuenta. Yo si lo veía un poquito desmejoraíto, pero pensé que era por el chaleco antibalas» afirmó la señora Ligia Matos, activista del chavismo en la zona. «Igual el muñeco de Barney vino, hizo promesas, le ofreció casas a un gentío, inauguró obras por la mitad, le dijo «majunche» a Capriles y dio su usual discurso contra el imperialismo, así que tampoco es que hizo mucha falta el presidente. Por lo menos el dinosaurio este lo supo suplantar a la altura. ¡Imagínate, a mi me dio un beso y todo!» confesó la señora Matos, llorando de la emoción.

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