El diario norteamericano The New York Times, publicó una reveladora investigación donde se demostró la existencia de una nueva técnica de tortura en la famosa cárcel de Guantánamo: enviar a los prisioneros de viaje utilizando una línea aérea venezolana.

Una fuente anónima, pero con un nombre en árabe que tampoco vas a saber cómo se escribe (عشور); comentó desde la cárcel en territorio cubano, que los prisioneros estarían siendo sometidos a volar una y otra vez al exterior, a través de varias aerolíneas de bandera venezolana. “Si pensábamos que no habría nada peor que el waterboarding, es porque no sabíamos de Conviasa. Hace unas semanas, tomaron a uno de los prisioneros, lo mandaron a Venezuela por esa aerolínea y tardó casi 15 horas en despegar. Lo montaron y bajaron del avión más de ocho veces. Luego cuando volaba, le dieron un golfeado duro de snack y como si fuera poco, la película del avión estaba en portugués porque Conviasa subcontrata aviones porque no tiene flota propia ¡Es el horror! ¡EL HORROR!” Manifestó la fuente anónima, entre lágrimas de dolor al recordar la triste mirada de su amigo mientras se subía al avión de Conviasa.

Katherine Steinberg, Presidenta de la ONG “O-Ene-Ge”, envió una solicitud a la Organización de Estados Americanos (OEA) para lograr la prohibición de las aerolíneas venezolanas ya que podrían considerarse una violación a los Derechos Humanos. “Ningún ser humano debería ser sometido a una espera de más de 10 horas para montarse en un avión. También es inaceptable que en los vuelos nacionales venezolanos, las personas tengan que llegar tres horas antes porque sino les revenden los puestos. Esto debe acabar, aunque la población venezolana tiene que colaborar con cosas pequeñas como evitar montarse ebrios en los aviones, dejar de aplaudir en los aterrizajes y disminuir la cantidad de maracuchos que vuelen al exterior.”