Rabipelado muerde a Presidente de CORPOELEC pensando que era una bolsa de basura

Destacada

Rabipelado muerde a Presidente de CORPOELEC pensando que era una bolsa de basura

El ingeniero Argenis Chávez, presidente de Corpoelec, fue mordido hoy en un dedo de la mano por un rabipelado que, aparentemente, lo confundió con una bolsa de basura.

La mordida ocasionó que el ingeniero Chávez fuera ingresado en una clínica de Ciudad Guayana, pero debió esperar aproximadamente 3 horas para ser atendido, por causa de un apagón. Durante este tiempo, aprovechamos para conversar con él, a la luz de las velas. «Esta mañana fui tempranito a una subestación eléctrica ubicada en el estado Bolívar, para pintar de rojo unos transformadores, y apenas abrimos la puerta, una bandada de animales salvajes de todo tipo me derrumbó. Habían perezas, cunaguaros, turpiales, nutrias, cachamas, osos frontinos, chigüires, rabipelados y hasta un elefante asiático. Gracias a Dios cargaba encima una linterna, con la cual pude defenderme, pero sin embargo un desgraciado rabipelado me clavó un mordisco aquí, arribita de la batata. Yo no quiero adelantar conclusiones, ya que de aquí me voy a ir al SEBIN y al Ministerio del Ambiente a poner las denuncias correspondientes; pero sin embargo me llamó mucho la atención que incluso animales herbívoros me hayan atacado. ¿Tu sabes lo denigrante que es que una pereza intente morderte? Para mí que detrás de esto está el Imperio, la CIA y sus mecanismos de control cerebral» afirmó Chávez, mientras se sobaba la mordedura, tratando de aliviar el dolor.

Pudimos conversar con el rabipelado, que desestimó cualquier acusación de conspiración imperialista. «Mi hermano, si ustedes los humanos están pasando hambre y necesidad en este país, ¿qué quedará para nosotros? Es triste reconocer que tenemos ya varios años viviendo de la basura. Y bueno, estábamos allí en esa subestación, viendo Animal Planet, y de repente entra este señor todo vestido de rojo, y a todos se nos abrió el apetito. ‘¡Llegó la basura!’, gritó el venado, y todos saltamos a clavarle el diente, porque llevábamos el filo. Lo confundimos, y lo siento mucho por él, quisiera pedirle perdón por haberlo mordido. No volverá a ocurrir. No era mi intención» dijo el atribulado marsupial, mientras pedía una cita con el veterinario para descartar haberse infectado de algo por el mordisco.

PUBLICIDAD