Al terminar el histórico partido de hoy, en el cual Venezuela venció a Paraguay en el estadio «Defensores del Chaco» de Asunción, Salomón Rondón quedó tendido en el suelo, completamente exhausto. Al ser entrevistado, Rondón confesó que quedó así no por los dos goles anotados, ni por los 90 minutos de acción que tuvo. Lo que cansó al delantero del Rubin Kazan fue tener que ganarse la confianza de César Farías… por vigésima séptima vez.

Mientras se tomaba un litro de Gatorade, Rondón confesó sentirse agotado. «Cada vez que juego con la vinotinto es el mismo peo. Que si Farías no confía en mí, que si Farías me deja en la banca para poner a un sub-13 de Cumaná, que si la próxima vez no te convoco. Coño, pana, uno se mama, ¿sabes?» afirmó Rondón, mientras le metía dos balones en la boca a Farías. «Uno tiene que dejar de hacer lo que está haciendo, agarrar 20 horas de avión con 4 escalas, calarse las caras de culo de este Farías, ¿para además tener que estar demostrando siempre lo que uno vale, ganándose la confianza de este huevón? Coño, así como él exige respeto 1.000 veces por semana, le pido yo que deje la ladilla, que se dedique a su verga y ya está» dijo, mientras se burlaba de Renny Vega por que le habían cancelado su participación en un comercial de zapatos.

Consultamos a Farías su opinión al respecto, y dijo que, primero que nada, lo respetáramos. «Si aquí me vienes a preguntar sin respeto, pues te jodiste conmigo. Señor. Dime ‘Señor Farías’, o te me vas de aquí. ¿Qué es lo que quieres saber tú? ¿Lo de Rondón? Mira, chamo, si él cree que porque me salvó la vida con esos dos goles se ganó mi confianza, está bien pelado. Para el juego del 16 de octubre, si quiere ser titular, que demuestre, que se gane el puesto. ¡¿Estás oyendo, gafo?! ¡Gánate el puesto!» afirmó, segundos antes de esconderse detrás del trono de Esquivel.