Después de disolver de manera violenta una marcha pacífica realizada por la oposición venezolana, Manuel Gutiérrez, un Guardia Nacional Bolivariano (GNB), recogió un potecito de vinagre que se le cayó a un manifestante y se lo llevó a su casa para cenar.

Nuestro pasante subpagado, quien se encontraba cubriendo la manifestación perfectamente vestido con gorra tricolor, franela blanca y pasta dental en los ojos, aprovechó que fue apresado por efectivos de la GNB para obtener el testimonio de Manuel Gutiérrez. “Verga, menor, nunca pensé que iba a ser un día tan productivo de pana. Creí que iba a ser rutinario, tú sabes: impedir el paso, calarse los insultos de las doñas encopetadas, oír los cánticos maricos esos hasta ladillarnos y caerles a perdigonazos y bombas lacrimógenas sabroso, pero hoy tuve suerte. Uno de los carajitos esos dejó caer un vinagre nuevo y coroné. Ya quiero verle la cara a la mujer mía cuando me vea llegando a la casa con algo de comida. No puedo ni imaginar qué me va a cocinar con eso” finalizó Manuel Gutiérrez mientras veía al suelo a ver si conseguía pasta de diente también.