Cansada del abuso al que la han sometido ambas toldas políticas durante los últimos 14 años, la avenida Bolívar de Caracas afirmó añorar el tiempo en el que hacían sobre ella un mitin cada 5 años.

«Marchas, concentraciones, vigilias, cierres de campaña, mitines, romerías, megamercales, tomaderas de cerveza, encuentros con el candidato; pueden llamarlas como quieran, pero ya a mi no me engañan. No puede ser que cada semana me vuelvan a cerrar para volver a llenarme de gente. ¡Con las cosquillas que me da esa caminadera por encima, no joda! ¿A usted nunca le ha caído piojos o ladillas? Bueno, un mitin con cien mil personas es el equivalente para nosotras las calles y avenidas, se siente igualito. Entiéndanlo, yo reconozco que tienen derecho a hacer sus vainas, pero no se mal peguen todo el tiempo con la avenida Bolívar. Antes venían una vez cada 5 años y sí, era una molestia, joder; pero era una vez y ya está. Igual tomaban cervezas, me meaban las palmeritas, me dejaban toda sucia y toda hedionda a pincho y a cigarro y a sudor, llenita de esos afiches horrorosos y de todo el basurero que me dejan, pero se iban y ya, no regresaban hasta el quinquenio siguiente. Ahorita una no ha terminado de medio recuperarse de una suciedad de esas y zuás, le meten otra marcha más encima. A veces hasta dos marchas al día. ¡Basta, coñodelamadre! ¡Basta, carajo! ¡Váyanse a hacer sus marchas a otro lado. ¡Cómo si no fuera suficiente ya con tener al Nuevo Circo al lado!» manifestó una enojada avenida Bolívar, mientras trataba de abrir huecos nuevos al azar para doblarle los tobillos a los manifestantes que acudieron hoy al cierre de campaña de Henrique Capriles Radonski.

Otras avenidas de Caracas y de las principales ciudades venezolanas se hicieron solidarias con el reclamo de la avenida Bolívar. «Compañero, la avenida Bolívar tiene toda la razón del mundo en sus reclamos. Hay avenidas más amplias, más cómodas, pero siempre terminan pisoteándola a ella, a cada rato. Tiene derecho a estar bien arrecha» afirmó la avenida Rómulo Gallegos, quien reconoció que a ella casi nunca la han molestado con marchas ni mitines, aunque sufrió un poco con las guarimbas. «Yo no entiendo las cosas que los mueven a ustedes los humanos, no sé porqué se dedican con tanta fruición a esa caminadera, que si me preguntan a mí, me parece lo más inútil del mundo. Pero en vista de que pareciera que no pueden dejar de caminar detrás de sus candidatos como autómatas, por lo menos traten de no destrozar ni ensuciar tanto a la compañera avenida Bolívar. ¡Ustedes no saben como sufre!» dijo a su vez la avenida Sucre, que reconoció que por su ubicación geográfica al menos se salva de las frecuentes marchas opositoras.