El aumento del sueldo de los miembros de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB), vino acompañado con el decreto del aumento de arrechera de los profesores universitarios, quienes aseguran que luego de meses de protestas, aún no tienen un sueldo que les alcance para costear la cesta básica alimentaria.

En un ataque de pasivo-agresividad, provocado por el aumento de arrechera de los profesores universitarios, Martha Rosales, una docente con más de 20 años de experiencia, expresó que se encontraba extasiada. “¡Que Dios bendiga a los militares! Ellos son los que realizan la labor importante de estar listos ante la amenaza de una guerra que nunca va a ocurrir. En cambio nosotros qué hacemos, formamos a los profesionales de este país nada más. Nos encanta que les hayan subido el salario, ¿y no tuvieron que protestar ni sentarse a negociar nada? Qué éxito. Ah, y nos enteramos que también les regalaron comida, carros y viviendas… bien por todos ellos”, aseguró Rosales en un tono de voz algo iracundo que evidenciaba que estaba a punto de asesinar a alguien.

A pesar de que los educadores recibieron un aumento salarial del 50,7% el pasado mes de junio, el ajuste realizado está condicionado por la creciente inflación. “Nuestro sueldo base es mucho menor al de los militares, por eso es que seguimos cortos de dinero. Pero está bien, porque con esto incrementan nuestra arrechera, si reunimos suficiente ira quizás, como colectivo, nos podamos convertir en una amenaza de brote social para el Estado y nos reajusten el sueldo o por lo menos nos den un carro iraní”, aseguró Sergio Luzardo, un profesor de Sociología de la UCAB.