Larga cola hace que usuario y Yummy creen amistad que se rompe inmediatamente al llegar al destino
No es habitual que la relación entre un conductor de Yummy Rides y un usuario vaya más allá de lo laboral, pero gracias al tráfico de Caracas, al joven Eduardo Rosales le dio tiempo de conversar, cantar, merendar y entablar una amistad verdadera con Raúl Gómez, su conductor de Yummy Rides, para luego olvidarse por completo de él al llegar a su destino.
Ahora, los lazos fraternales entre Raúl y Eduardo son solo un agradable recuerdo en la mente de Eduardo: “Nunca pensé que pudiera sacar algo bueno de una tranca en la autopista Prados del Este; sin embargo, desde que Raúl me preguntó si quería poner mi música, supe que era de los míos. Apenas le di play al nuevo álbum de Karol G, no dejamos de cantar; incluso nos mostramos nuestros tatuajes de la bichota. Luego intercambiamos información útil de Clash of Clans, pedimos una paella de mariscos por Yummy para merendar mientras pasaba la cola, y hasta le cuadré a mi hermana: ¿qué mejor que un cuñado con carro? Eso sí, apenas llegamos se me olvidó su usuario y más nunca supe de él; igual le dejé 5 estrellas porque no se quejó de que le dejé la tapicería oliendo a calamar”, concluyó Eduardo, quien desde entonces pide viajes largos en Yummy solo para conversar cuando se siente solo.