Cada año, en Venezuela, se lleva a cabo una ceremonia que premia la belleza de las mujeres ante la mirada expectante de millones de televidentes. Este concurso ya forma parte de la identidad nacional; contrario al resto del mundo, en donde se dedican a tareas útiles y desconocen por completo la cobertura de este tipo de certámenes.

Roberto Manrique, sociólogo de la Universidad Central de Venezuela, explicó que ante los pocos logros obtenidos por el país, los venezolanos se han tenido que refugiar en victorias cosméticas como las de los concursos de belleza. “Imagínate, llevamos años sin que Venezuela quede en un top 10 de algo positivo. Limardo logró sacarnos las patas del barro este año, pero igual estamos cortos. En el resto del mundo estos concursos son vistos como un chiste y es algo a lo que se le da una importancia menor. Se puede decir que esto es el mismo fenómeno de los ‘Nuestros’, cada vez que un venezolano consigue un trabajo de barrendero, pasante o portero en una buena empresa en otro país, aparece en un artículo en Estampas.” Comentó el sociólogo, quien enseñó muy orgulloso su artículo en Dominical por unas vacaciones que tomó en Hawái.

Entrevistamos vía Skype a una ciudadana danesa sobre la importancia de estos concursos en su país y nos aseguró que los desconocía en su totalidad. “Yo de verdad no sé ni en qué canal los pasan. Creo que tenemos mejores cosas en las que ocuparnos, como aumentar el producto interno bruto, mejorar nuestro sistema de salud y preparar un arroz con fresas rarísimo que comemos acá. En verdad no sé ni como se llama la Miss Dinamarca y de verdad tampoco sé quién eres tú, así que salte de mi Skype. ¡Tú lo que eres es un acosador! ¡FUERA!” Exclamó DanishGirlXX, mientras nos bloqueaba desde todas sus redes sociales.

Por otra parte, nos fuimos a la Plaza Brión, sitio-cliché periodístico y también lugar de muchos transeúntes caraqueños, para saber la opinión del pueblo sobre el gran certamen. Allí, conseguimos a María Laura Jiménez, ama de casa quien aseguró que esta es la noche más importante de todo el año. “Claro que sí, mi vida tiene sentido cada año es gracias al Miss Venezuela. Todo lo malo que vemos en la televisión se esfuma cuando veo a esa muchacha con esa corona bella rebosante de buen gusto. Ay, pero Chigüire, deja la quejadera. Finalmente tenemos algo que ver en grupo que no sean unas elecciones. Además seguro te pones a tuitear ahí como loco y ganas un poco de seguidores.” Culminó la señora Jiménez mientras confesaba que la segunda noche más importante del año era la Oirquídea.