La tranquila ciudad de Reikiavik, capital de Islandia, presenció este domingo uno de los episodios más horrorosos jamás vistos en la localidad: un robo. El delito fue cometido por el venezolano Andrés Gutiérrez, quien despojó a Stefán Gunnarsson de su teléfono, 8 coronas islandesas y la tranquilidad de vivir en el país con mejor calidad de vida según la ONU.