Mientras hacía cola para comprarnos algo, nuestro pasante subpagado logró conversar con la señora Mirtha Zambrano, que se desempeña como señora de servicio en la casa de la familia de Francisco Convit, un «bolichico» que fuera acusado en una corte de Miami por lavado de 1.200 millones de dólares, provenientes de un fraude cambiario. La señora Zambrano confesó que no le sorprendieron las acusaciones de lavado, sino que en casa, según sus propias palabras, «el niño Francisco no lavaba nada. Nunca. Nadita de nada».

La señora Mirtha prosiguió con sus confesiones, que nos permiten ver otro ángulo de esta noticia: «¿Quién, Francisquito? ¡Ja! Ese jamás lavó un carajo, nada, nunca, ni un plato, ni un interior, ni un vaso. ¡En esa casa se oía todo el día la letanía, le decían ‘Francisco, lava tu plato’… ‘Francisco, lava el carro’… ‘Francisco, lávate las manos después de hacer pupú’ y ese niño primero muerto que hacer caso. ¡Con decirte que era tan flojo que prefería pasar sed antes de tener que verse lavando un vaso! ¡Muchacho, es que uno lo veía y le daba era envidia, uno que se la pasaba friega y friega! Por eso me extraña tanto que saliera metido en eso de esa lavadera de plata. ¡Guá, será una afición tardía, porque de niño nunca lavó nada! A lo mejor todo lo que no lavó nunca creciendo se le acumuló, y se le destapó después, ya de mayorcito. O fe algo que se le pegó de los amigos, uno nunca sabe» afirmó la señora Zambrano, quien aprovechó la confesión para coleársele al pasante.