Javier “El Gago” Moreno, un privado de libertad de la cárcel de Tocorón, preguntó si se escribía “Pran” o “Pram” momentos antes de ser asesinado por el Pran o Pram del penal.

Las confusiones ortográficas dentro de la cárcel son muy comunes, según nos contó Robert “El Bienteveo”, compañero de celda de «El Gago», una hora después de su brutal homicidio. “Ustedes la gente decente cree que uno pasa todo el tiempo aquí adentro dedicado a actividades criminales, pero eso no es 100% cierto. A todo lo largo de la sentencia, entre el chuzazo a la bruja que se come la luz con uno y la venta de bazuco, a uno te le da tiempo de reflexionar, de filosofar, ¿sabes? Precisamente de eso estaba hablando «El Gago» el mismito día que llegó «Brazo e Picó» con su carro y lo detonó. 60 tiros le metieron, y después lo picaron en pedacitos y se lo comieron a la parrilla. Es una pérdida sensible, ¿sabes? Es que coño, con el Gago uno podía hablar de esas vainas, era una mentecita: el español es un idioma complejo, coñoemadre, con muchas reglas, pero siempre con lógica. ¿Se escribe asesino con S o con C? ¿Jíbaro es con B o V? ¿Por qué? Esas discusiones son cosas del día a día en Tocorón, el mío. Pero la mayor duda de todas, la que teníamos tiempo de verdad echándole cabeza, es si Pran es con N o con M. En algunos medios sale reseñado con M, a pesar de que yo siempre creía que era con N. Incluso, hay un mito urbano sobre que pran es un acrónimo de ‘Preso, Rematado, Asesino, Nato’ ¿Pero de verdad ustedes creen que nosotros diríamos la palabra Nato? ¡No joda, chico! Preso que diga Nato lo ponen de reina en todo el correccional, mínimo le hacen la carretilla o el motocross cuando se esté bañando. Nosotros no hablamos así, caballo. Eso no es de gente seria” comentó El Bienteveo, segundos antes de ser llamado por el pran o pram.

De acuerdo con el reporte del Ministerio de Prisiones, “El Gago”, el joven de 22 años, no fue asesinado —con S— sino que pasó a mejor vida, lo que es el fin último de la gestión socialista y bolivariana de la ministra, darle una mejor vida a todos los «privados de libertad». Según la ministra Valera, «el internado Moreno Chópite Javier Jefferson es uno de los beneficiarios de la Misión «Mejor Vida» que implementamos en conjunto con el pran o pram de Tocorón. Moreno Chópite se ofreció voluntariamente para esta Misión, al mismo momento de retrasarse en el pago de su vacuna semanal». «El Bienteveo» no pudo ni negar ni confirmar la versión de la Ministra, ya que fue chuceado —se escribe con C, a pesar de que la palabra que la origina, «chuzo», es con Z— y sus restos mortales fueron descuartizados —esta sí se escribe con z—, rociados con kerosene —con K, aunque la Academia recomienda la forma «queroseno»—, incinerados y dados posteriormente como alimento a los dos tigres de Bengala que tiene el Pran —¿o será Pram?— como mascotas.