Albañil que bebió 4 litros de Ventarrón es ascendido a maestro de obra
Esta tarde nuestro equipo reporteril —es decir, nuestro pasante subpagado, quien entrevista, graba, transcribe, edita y publica esta noticia– fue testigo de un importante momento de la vida de Augusto Moreno. El albañil caraqueño fue promovido a maestro de obra luego de que bebiera sin problema alguno cuatro litros de ron Ventarrón.
Haciendo un gran esfuerzo, nuestro pasante logró conversar con Moreno, quien sospechamos no recordará nada de este evento con claridad: “Eeeeeeeh, ¡por fin, viejo! ¡Cuántos años he pasado yo poniendo ladrillo sobre ladrillo, con unos traguitos de ron de por medio, para que llegara este momento! Qué bueno se siente que por fin aprecien mi gran labor. No es trabajo fácil —¿oíste, jefe?— bajarse cuatro litricos de Ventarrón. Un vasito o siete vasitos de ron pasan fáciles, pero esos cuatro que me bajé así ¡chácata! fueron sin un fresquito ni nadaaaa. Me quemó un poquito el esófago, pero nada grave. Me he martillado como 4 clavos en las manos, o por lo menos eso me han dicho mis colegas, pero bueno, no son unos clavos cualquiera: son los clavos en la mano de un maestro de obra. Y además estoy muy ebrio para sentir dolor. Dolor. ¿A tí no te duele el alma? ¿El corazón? La mujer mía dice que a mí sí. Bueno, como te decía, eeeeeeeeeeh. Vamos pa encima, pues, como los Tiburones. Estos riñones míos han aguantado de todo y ahora me ayudan en mi ascenso social. ¡Qué chévere poder ver los frutos de su resistencia! ¡Celebremos con otro traguito!”, concluyó Moreno, mientras recomendaba a nuestro pasante probar lo mismo a ver si así logra que le firmemos la carta.