Los recientes apagones —causados por iguanas, papagayos y ahora hackers de otros países, distintas maneras creativas y folklóricas de nombrar a la incompetencia del ministro de Electricidad, Luis Alfredo Motta Domínguez— trajeron como consecuencia que la señora Maria Teresa Gerardi regañara hoy con firmeza a la luz, por que va y viene cuando le da la gana.

Mientras gritaban «Maduro Coñoetumadre“ por la ventana, nuestro pasante subpagado conversó a grito limpio con la señora Gerardi, de balcón a balcón: «¡Cónchale, pero es que la luz esta cree que esta casa es un hotel, anda por ahí yendo y viniendo cuando le da la gana! Siempre que llega llega a la una, a las tres, a las mil y quinientas y llega con un cuento nuevo: que si la iguana, que si un ataque electromagnético, que si un rabipelao desestabilizador, que si el Niño, la Niña o no sé qué cosa. ¡Esa va a venir a enseñar a mamá a ser hija, no juegue! Yo sé que esa se la pasa por ahí con sus amiguitos mala influencia, como el chamo ese, Motta, o el fulano Jorge, que andan en malos pasos. La luz sabe que cuando ella no llega de noche yo no duermo preocupada pensando en qué andará haciendo por ahí; es que no puede ser que una esté todo el tiempo esperando que regrese a la casa porque se va sin pedir permiso ni nada”, aseguró la señora Gerardi mientras le gritaba como una demente a una lámpara tras pasar más de 72 horas sin luz.