El Horóscopo Electoral de hoy

Horóscopo

El Horóscopo Electoral de hoy


Aries: Cuando se tiene toda la vida votando en el mismo sitio, las elecciones suelen ser una día de reencuentro con viejos amigos. Pero cuando la cola pasa de 45 minutos, el ser más ecuánime comienza a sentir deseos de asesinar al panita que tanto te alegró ver de nuevo, y que ya te ha dicho 10 veces «¿Qué más?» o «A ver cuando nos vemos ¿ah?». Cuenta hasta 100 mil antes de hacer algo de lo que puedas arrepentirte, o, mejor aún, en la cola no saludes a nadie. Es preferible la raya de “malamente” que la de asesino. Tu frase: «Para las próximas elecciones me mudo a otro centro electoral».

Tauro: En tu mesa te tocará la tinta morada indeleble más hedionda de toda Venezuela, por lo que pasarás todo el domingo y el lunes oliéndote el dedo meñique. Date un baño con agua reposada al sereno con bicarbonato, Jean Naté, pétalos de cundeamor y Glade Floral. Mezcla todo eso en un balde de pasar coleto y date un baño de asiento mientras rezas: «Oh Tibisay, Oh Tibisay, más barato que tu, sólo Dorsay». No sabemos si el olor va a ceder, pero pasarás un domingo diferente. Tu frase: «¿Quieres oler algo horrible?».

Géminis: En el colegio eras un lince en el chuleteo, llevando ese ancestral arte a niveles nunca ante vistos. Pero recuerda que el tiempo para votar está limitado, así que evita aplicar técnicas de chuleta bizarras, como anotarse los candidatos de tu preferencia en el cuerpo en una borra nata. Tu frase: «Lo peor es que cada vez que hice una chuleta terminé aprendiéndomela»

Cáncer: En la cola de tu centro, fíjate bien en las manos de las personas que están delante tuyo. Si ves a alguien con hongos en las uñas, niégate rotundamente a pasar por las máquinas captahuellas. Explícale al jefe de la mesa electoral que los astros muestran en tu futuro un uñero complicado: a lo mejor te eximen de ese requisito. Si te dicen que no, devuélvete a tu casa. Con la onicomicosis no se juega. Tu frase: «Debe ser que el CNE me va a pagar el Batrafén».

Leo: ¿Qué dirías si supieras que el (o la) reservista del Plan República que te gritará en la cola podría ser para ti? Debajo de ese uniforme verde oliva hay carne y hueso que clama ser amada. Así que cómprale un café y un cachito en la panadería, regresa a tu centro de votación y regálale a tu corazón esa nueva oportunidad. No sabemos si es el amor de tu vida, pero lo que si es seguro es que para las próximas elecciones podrías evitarte la cola. Tu frase: «Ah, ¿y estas libre cada un fin de semana cada 15 días? ¡Qué bueno!»

Virgo: Llevaras a tu centro electoral silla playera, libro, gorra, iPod, termo con café, bandera, lentes de sol, bloqueador solar, paraguas y juegos de mesa pero al llegar viste que no había nadie en la cola. ¿Entiendes ahora el significado de la palabra «ridículo»? Votar de por sí es aburrido, pero transformarlo en un show lo hace más ladilla aún… para los que te rodean. Eso sí, si insistes en todo esa parafernalia, por lo menos cerciórate de no dejar tu chuleta en la casa. Eso sí sería el colmo de la ridiculez. Tu frase: «Yo tengo por aquí un yesquero, traje tres por si acaso, uno nunca sabe».

Libra: Tu signo es el de la indecisión por naturaleza. Así que tarde o temprano deberás reconocerlo: siempre has hecho «Tin-marín-de-dó-pingué-cucara-macara-títere-fué-todas-las-almas-piden-perdón-menos-la-tuya-perro-cagón» en la máquina de elección. ¡Pobrecitos los que hicieron la cola detrás tuyo! Tengan la seguridad que en cada uno de esos centros electorales en los que después de las 4 pm queda gente en la cola, es por culpa de los indecisos amigos de Libra. Tu frase: «¡Es que son demasiados colores, demasiadas tarjetas!»

Escorpio: Reconócelo: apenas dijeron «Ley seca» fuiste uno de los que hizo cola a las 6 de la mañana esperando que abrieran el Prolicor para comprar la caña que se jalaría George W. Bush en un año. Para ti «cola en centro electoral» es sinónimo de «ratón». Eres de los que en todas las colas se toman una cervecita encaletada con los panas. No lo sabes, pero tu voto suele ser nulo. Gente como tu no tiene remedio, porque de tenerlo, ya te lo hubieras tomado con soda. Tu frase: «¿Por quién voté? No me acuerdo».

Sagitario: Sabemos que la cola es un fastidio, pero por favor, NO SE TE OCURRA entablar conversaciones con los siguientes temas: lo inconsistente del padrón electoral, la necesidad de hacer elecciones primarias, el daño que causó la lucha por las candidaturas, lo pernicioso de la abstención, las captahuellas que son un atropello o las cajas con papeletas que aparecieron en Fuerte Tiuna. En serio, no lo hagas. Más bien, cómprate unos Certs y cuenta en tu mente cuantos segundos pasan desde que te lo metes en la boca hasta que se disuelven. Trata incluso de batir tus propios récords. Tu frase: «Uno-Barquisimeto, Dos-Barquisimeto…»

Capricornio: Como un ser informado, racional y civilizado, reconocías que el día de hoy estaba en juego no unos simples cargos, sino más bien el país que quieres dejarle a tus hijos, la descentralización versus el centralismo y la democracia misma. Sin embargo, anoche saliendo del dominó con los compadres te comiste una arepa de chicharronada con huevo de codorniz, pasaste todo el día en el baño y no pudiste ir a votar. Si, la pusiste. Tu frase: «¿Ya cerraron las mesas? ¡Maldición, ya me sentía mejor!”.

Acuario: Pasaste toda la semana viendo Aló Ciudadano, aprendiendo con Capriles Radonsky o Maria Corina Machado cómo era el mecanismo del voto. Forwardeaste cien veces los correos que te decían «haz tu chuleta». Movilizaste a tus vecinos, fuiste casa por casa y le recordaste a la gente que no sólo había que ir a votar, sino que también había defender su voto. Y cuando estabas frente a la máquina, no conseguiste la tarjeta de Obama ni la de McCain. Tremenda, campeón, ¡estás clarito! Tu frase: «¿Chamo y Obama? ¿Renunció? ¿Lo inhabilitaron?»

Piscis: A pesar de que pases todo el domingo retozando con él en el río, la tinta indeleble que te pusieron en esa delicada pezuñita izquierda que tanto me gustaba y me excitaba no va a salir. Porque es indeleble. No puede borrarse. Como tu traición. Como los recuerdos. Como todo lo que sentí por tí. Ingrata. Solamente espero que te hayan seleccionado como miembro de mesa, no hayas ido y te hayan pegado tremenda multa. Tu frase: «¿Ni siquiera en las elecciones puede el Chigüire olvidar a esa pérfida Chigüira?» No, no puede.

EC.

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