Satanás, el guardián del Infierno, dio una rueda de prensa hoy para denunciar que fue despedido injustificadamente de su pasantía por los tribunales venezolanos, luego de ser considerado «muy gallo e inocente» para el cargo.

“No… no puedo, lo siento. No tengo palabras para describir el horror que se vive ahí, en esa letrina inmunda de mierda” Con estas palabras, impresionantes si se consideran que están saliendo de la boca del mismísimo Belcebú, describió el Ángel Caído su experiencia laboral en los tribunales venezolanos. “¿Se acuerdan lo que contó Aponte Aponte? ¿No? Coño, deberían… Bueno, es que acá se le olvida todo a la gente demasiado rápido. Pues lo que dijo el exmagistrado eran cosas de bebé, de niñito de pecho. Creo que simplemente no puedo contarles sobre cómo funciona eso. Para empezar, el edificio: la sede de los tribunales es como concentrar las siete pailas del infierno bajo un mismo techo, y luego le subes lo retorcido y lo coñoemadre a un mil por ciento» afirmó Lucifer, mientras miraba fijamente al horizonte, reprimiendo un torrente de emociones encontradas. «Luego, la gente que trabaja ahí: eso es un nivel de corrupción e inhumanidad que requiere años y siglos de coraza de maldad maldita. Y mira que yo tengo años en eso, y lo que vi en esa vaina me arrugó el corazón. Yo que metí mis papeles ahí porque me habían dicho que eso era un buen lugar para alguien como yo, pero qué va, mi pana. Me sentí como una carajita del San José de Tarbes drogada hasta el culo de coca en un gangbang-bukkake en un burdel en el medio de la avenida Lecuna; aunque pensándolo bien, esta imagen se queda corta. Se queda corta, guevón” manifestó Satanás quién rompió en lágrimas al recordar el grupo de magistrados encargados del juicio de Simonovis.

“Es más, necesito un tiempo a solas en un lugar tranquilo como el Infierno. Esto de pasar mucho tiempo en Venezuela te hace daño, te destruye, te consume el alma por dentro como un cáncer, como el programa ese de Televen ‘12 corazones’ ¡El horror! ¡EL HORROR!” culminó Mandinga segundos antes de regresarse al Infierno a través de su portal principal: la estación de Metro de El Silencio.