Rodrigo Pinto, un venezolano que emigró en el 2015, se pronunció contra el intenso frío que está viviendo en Santiago de Chile, donde ya ha sufrido más de un calambre al sentarse en pocetas a -3° centígrados. Esta terrible situación ha hecho que el joven se debata entre quedarse, emigrar nuevamente a sufrir el intenso calor de Madrid o regresar a su natal Caracas, donde estará a una temperatura ideal maniatado y secuestrado en un rancho.