Giorgio Guzmán, un bombero stripper de 32 años, murió la noche del jueves luego de intentar apagar un incendio en la ciudad de Caracas utilizando únicamente una sexy danza.

“Giorgio era una de las promesas de los bailes eróticos. Él era el mejor de todos, pero es una tragedia lo que le pasó: en medio de un show privado, empezó a incendiarse el lugar. Giorgio llevaba su disfraz de bombero y por un momento pensó que era un bombero de verdad. El problema es que él era un pelo brutico y lo que hizo fue intentar apagar el incendio con un baile. Los sobrevivientes dicen que le bailó al fuego como por 45 minutos, pero murió asfixiado. Eso sí, dicen que fue el mejor baile que habían visto, el baile más sexy. El baile de su vida.” Manifestó Andrés Álvarez, compañero de trabajo de Giorgio, quién lo defendía cuando las mujeres querían violarlo pensando que era un prostituto.

Rafael Rodríguez, Presidente de la Asociación Nacional de las Artes Libres (ANAL), exhortó a los bailarines del gremio a evitar creerse los personajes de sus disfraces. “No es la primera vez que pasa. Hemos tenido casos de strippers policías que intentan salvar personas de atracos y lo único con lo que amenazan es con sacar su ‘pistola’ mientras se señalan el pene. También han muerto millones de obreros que en realidad no saben pegar un solo bloque y se ponen a bailar en las alturas de una construcción. Bailarines, por favor, lo que visten no tiene nada que ver con su trabajo, excepto si se visten de garotos. Eso sí está claro desde el principio.”