Julián Torres, un señor de 68 años, recibió finalmente por IPOSTEL una tarjeta de navidad enviada en el año 1979 y que ahora cambió su vida por completo.

“Hace dos días, tocaron el timbre y era el señor de IPOSTEL; me dijo que tenía una postal para mí. Me la entregó y vi que era de 1979, enviada desde San Fernando de Apure. En ella, había escrito un texto de mi difunta mujer. Pero no estaba preparado en absoluto para lo que leería, una lista de confesiones impresionantes: mi esposa siempre fue lesbiana, tenía de pareja una famosa periodista y vivía con ella desde hace años y por eso fingió su muerte. También, me dijo que yo no no era el padre de mi hija sino era de mi hermano luego de una fiesta alocada donde estuvieron juntos. Para completar, me confesó que siempre fue la líder de la famosa guerrilla-lésbica que traficaba cocaína en Apure en los años 70”, comentó estupefacto el señor Torres mientras se daba cuenta que toda su vida había sido una mentira.

Otro momento crítico que Julián Torres tuvo que vivir, fue a darse cuenta de que si IPOSTEL hubiera entregado la carta a tiempo, todo habría sido distinto. “Quizá no estaría aquí, moribundo, con unos hijos que no me quieren si IPOSTEL hubiera entregado la maldita carta cuando era. Quizá me tendría otra mujer o hubiera hecho algo con mi esposa con alguna amiga lesbiana de ella. ¡MALDITO IPOSTEL! ¡MALDITO!”, exclamó gritando el señor Torres al momento que el recibo de la luz sí llegaba a tiempo.