Expedicionistas denuncian que fueron robados en la cumbre del Everest por malandros caraqueños

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Expedicionistas denuncian que fueron robados en la cumbre del Everest por malandros caraqueños

El pasado domingo, un grupo de alpinistas suizos logró hacer cumbre en el monte Everest, luego de un difícil ascenso por la cara norte de esa montaña, la más alta del mundo. Sin embargo, la alegría duró poco; ya que apenas coronaron la montaña apareció una banda de malandros caraqueños y los despojó de todas sus pertenencias. Investigaciones policiales indican que esta podría tratarse de alguna de las bandas que se han dedicado a robar en el Ávila, que podría estar buscando nuevos retos en las altas cimas de la cordillera del Himalaya.

Nuestro pasante subpagado aprovechó que estaba siendo asaltado por Wilfredo Colmenares, reconocido malandro del cerro Ávila, para tratar de conocer su opinión al respecto: “Yo te voy a hablá claro sin mucho rodeo, menor; el hampa está buscando nuevos retos porque ya el Ávila les quedó es pequeño, ¿oyó? Ya lo mío subió de nivel, ya yo me cansé de robar a los pelabolitas runners esos que suben hasta Sabas Nieves los domingos y que lo que cargan son puros BLU o Alcatel; yo ahora estoy robando es en el Everest porque ya yo ahora tengo dos aficiones como tal, el montañismo y el malandrismo como estilo de vida, papá. Cuando ya subes al Picacho o a la Silla corriendito que si en dos horas no te divierte, tienes que apuntar es a lo más alto, y no hay nada más alto que la coldillera de los Malhayas. Allá todos los días te consigues a unos 15 o 20 expedicionistas pagando la panza, dique subiendo lentamente para no morir de hipotermia o pa que les rinda el oxígeno, pero ahí les tiro el quieto y les digo “denme todo, mamagüevos” no me entienden pero cuando ven la bicha congelada en 4K es que sueltan hasta las carpas. Careniño y Brazo e’ Picó andan dizque pensando en hacer un curso de idiomas, pa’ poder robar más fácil, como Dios manda, aunque yo les digo que no les hace falta de verdad porque esta que está aquí, esta bicha, es el verdadero idioma universal” sentenció Colmenares, mientras le metía la 45 en la boca a nuestro pasante.

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