Taxista que maneja Malibú sin aire pero con full vallenato asegura que app de taxis le quita el trabajo

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Taxista que maneja Malibú sin aire pero con full vallenato asegura que app de taxis le quita el trabajo

Demostrando una vez más que Venezuela tiene un retraso de varios años con respecto a otros países del mundo, apenas fue hoy, en pleno 2022, que las líneas de taxis tradicionales manifestaron su descontento con las nuevas apps de taxis, asegurando que las mismas les hacen perder clientela. Uno de los taxistas que protestaban, Ricardo Paredes, señaló que no podía entender cómo es posible que alguien prefiera usar los carros de estos servicios antes que su Malibú 1978 sin aire pero con el último vallenato de Silvestre Dangond.

Enviamos a nuestro pasante subpagado en el taxi del señor Paredes para que pudiera conversar sobre el malestar que tienen los profesionales del volante; luego nuestro pasante recordaría con una lágrima en el rostro que esta era la primera vez que se montaba en un taxi para hacer una de nuestras entrevistas: “Antes los taxistas éramos los dueños de la línea, pues, manteníamos un monopolio en el mercado; podíamos decidir el precio de las carreras a placer o elegir no ir a un sitio si estaba lloviendo. Ahora nadie nos quiere llamar porque dizque somos demasiado costosos e inseguros, ¿de cuándo acá? ¡Si todos agarraban taxi así hace menos de un año! Lo que pasa es que ahora la gente se puso de cristal como la generación esa y que ‘me da miedo’; no tiene que darle miedo un Mailbú 78 como el mío o el Fairlane 500 del compadre Rafael allá presente o el Catanare del compañero Saúl, nuestro trabajo es este y somos felices de complacer a nuestros clientes con la mejor atención posible. Yo sé que el aire acondicionado no me funciona, que la bomba de gasolina la tengo mala y por eso la gente termina oliendo a gasolina; también tengo varias fallas en la caja y que a veces el cartón que tengo tapando el hueco que está en el suelo se mueve y puede entrar una brisa incómoda por ahí, pero no por eso pueden venir a arrebatarnos nuestros clientes; por culpa de esa app ya no puedo cobrar lo que cobraba antes, ahora tengo que conformarme con $300 la carrera mínima. Así no se puede compañero, esto necesita una solución ¡YA!”, finalizó Paredes mientras nuestro pasante hipotecaba su anexo para poder pagarle la carrera.

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