Cojín se mancha por 2da vez y se queda sin lados limpios para voltearlo

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Cojín se mancha por 2da vez y se queda sin lados limpios para voltearlo

El día de ayer, un evento conmocionó el hogar de la familia Torres: el cojín del sofá de la sala fue manchado por segunda vez, quedando sin lados limpios para ser volteado.

Maricarmen Torres, madre de tres hijos, declaró alterada que sus esfuerzos por mantener la casa impecable resultaron inútiles ante la constante negligencia de su esposo e hijos. “Yo estoy cansada de decirle a esos carajitos que no coman en ese sofá, que me lo van manchar. Pero a esos uno les dice las cosas, les entra por una oreja y les sale por la otra. ¿No te digo yo? Esta vez se les cayó la salsa de tomate mientras comían papitas fritas que les trajo el papá. Ese sí es un alcahueta”, exclamó la señora de Torres mientras intentaba cubrir el sofá con una mantilla de San Nicolás bordada en crochet.

El responsable del incidente fue el mayor de los tres hijos, Óscar, de 9 años, quien confesó que el altercado fue consecuencia de una pelea por el control remoto. “Los otros querían ver programas de bebés, y como no los dejaba agarrar el control, Graciela, que es mi hermana, me mordió la mano y se me cayeron las papitas llenas de salsa de tomate que me había puesto encima de la barriga, después como me salió un poquito de sangre me restregué también la mano en el sofá. Pero es mentira que fue mi culpa”.

Los trágicos hechos hicieron reflexionar a la señora Maricarmen, quien se arrepiente de haberle quitado el forro al sofá una semana antes del accidente. “El forro ese se lo pusimos la primera vez que los niños mancharon de aceite de motor uno de los cojines, o bueno, eso fue lo que mi esposo me contó porque yo no estaba. Pero como a ellos les encanta andar descalzos por toda la casa, montan las paticas negras encima del forro y entonces había que lavarlo”, expresó Torres, quien además confesó que no sabrá cómo afrontará la visita de su suegra al día siguiente, “a esa le encanta criticar todo, ahora será que deje a uno de los niños sentado todo el tiempo en el cojín manchado para que no se dé cuenta”.

Intentamos contactar a Mauricio Torres, el padre de los niños y esposo de Maricarmen, sin embargo, la única declaración que conseguimos de su parte fue “yo no voy a pagar para retapizar esa vaina”.

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