Juego de dominó trancado a la espera de ser resuelto por los militares

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Juego de dominó trancado a la espera de ser resuelto por los militares

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El sábado pasado, durante el cumpleaños de la abuela Cecilia, la familia González se dispuso a jugar dominó, como es su costumbre; sin embargo, una candente partida —que terminó trancada cuando el tío Rómulo jugó el 4-3— quedó a la espera de ser resuelta por la intervención militar.

«a ellos les da culillo contarlos, será, porque saben que si se paran de la mesa no se sientan más nunca»

–Henry González

Henry González, uno de los jugadores de la partida, explicó lo ocurrido. “Nosotros trancamos el juego porque sabíamos que teníamos menos puntos en las piedras, obviamente, y que ellos les quedaba esa cochina en la mano, no joda. No había pérdida. Pero apenas Rómulo puso el 4-3, ellos empezaron con la cantaleta, que si eso no les parece, que alguna vaina rara hicimos, que si estábamos telegrafiando, que si los mirones nos soplaron, si la Guerra del Dominó, que ellos sencillamente no van a voltear sus piezas y que es más, ahora se quedan para siempre jugando ellos y que le teníamos que servir una ronda de cervezas y todo. No nos gustó su actitud, coño; si sumamos los puntos seguro ganamos, pero a ellos les da culillo contarlos, será, porque saben que si se paran de la mesa no se sientan más nunca porque hay como 6 parejas llevándola parada. Ya tenemos seis días aquí, sentados en la mesa, poniéndonos caras de culo. Porque aquí nadie se rinde. Dígalo ahí, primo» afirmó Henry, mientras hacía pipí en una ponchera que les dejaron al lado de la mesa.

Camilo, su compañero de juego, siguió relatando lo acontecido. «Intentamos decirle a la tía Tamara que si los podía parar ella, pero dijo que estaba ocupada horneando una vaina, o alguna pendejada así, y que nos puede dar respuesta en un par de años. Así que bueno, por ahora estamos intentando hablar con ellos a ver si los convencemos, aunque la verdad no creo que logremos nada, esos bichos son demasiado porfiaos. Son capaces de llevarse el dominó antes de reconocer que le metimos ese poco ‘e puntos por el pecho. Por eso estamos aquí, en esta mesa, haciendo presión. Viendo como se les acaban las birras, como poco a poco pierden la aprobación de la familia y ligando que llegue el tío Pancho, que es militar, y les diga que se vayan de una vez por todas. Como se resuelven los peos en esta familia, pues. Solo espero que no quiera sentarse a jugar él, porque el tío Pancho es brutazo con entusiasmo” aseguró Camilo, mientras se disponía a dormir sobre la mesa.

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