La empresa estatal Venezolana de Turismo S.A. (VENETUR), anunció este lunes el lanzamiento de un combo turístico llamado “Paquete Irónico” que está conformado por divisas socialistas de uso exclusivo para ir a ver un deporte elitista en Mónaco.

Fabiana Sandoval, representante de Venetur, explicó cómo estará conformada la oferta turística. “Gracias a los esfuerzos del Presidente Hugo Chávez, tenemos la oportunidad de ofrecer el Paquete Irónico. Con él, usted podrá viajar a Mónaco para ver las carreras de Pastor Maldonado en uno de los deportes más elitistas que existen en la tierra. Te incluirá: hotel 8 estrellas, entradas VIP con consumo ilimitado de champaña para combatir el calor, gorras Louis Vuitton, camisa Columbia con el logo de PDVSA y un cupo dedicado a los gastos para casinos. Todo esto a dólar Bs. 4,30, porque si viajar es súper sabroso, viajar subsidiado es un orgasmo de felicidad infinita. Entre las ironías de la oferta está incluida la entrada al autódromo y los desayunos con las figuras más elitistas de la oligarquía rusa y árabe. Lo mejor es que no se paga por su cupo CADIVI gracias a que ese ente ya está hecho mierda y aquí hacemos lo que nos de la gana.” Explicó la Sandoval luego de explicar cómo hacían guisos en Venetur gracias a su acceso directo a divisas reguladas.

Por su parte, Francisco Bonarte, un caraqueño que compró tres cupos del “Paquete Irónico”, aseguró estar muy emocionado por su próximo viaje a Mónaco. “Chamo, ni idea que eso era un país. Sé que lo había escuchado en una película de James Bond y si él va para allá es porque ese es un lugar arrechísimo y de gente con billete. Por eso cuando vi que por apenas Bs.9000 podía ir para allá, no pelé ese boche. Ni pendejo que fuera. Esos riquillos de la Rivera Francesa ya van a conocer lo que es el sabor venezolano, acabar el trapo en una piscina con las cornetas a millón y tomando curda a pico e’ botella…Y ver que si una carrera de Pastor Maldonado. Aunque acá entre nos, yo no voy a la carrera; voy a hacer como los cubanos, al llegar allá, deserto y me voy al Casino de Monte Carlo a ver si gano unos euritos.”