Rafael Poleo grita "¡bomba!" durante piñata de su nieto para llamar la atención

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Rafael Poleo grita "¡bomba!" durante piñata de su nieto para llamar la atención

La celebración del cumpleaños número 7 de Juan Ignacio, nieto de Rafael Poleo, se vio interrumpida abruptamente luego que su abuelo Rafael comenzara a gritar de repente «¡Bomba!». Para luego acusar a las payasitas y al señor del carrito de perrocalientes de estar haciendo conspiraciones con los suspiritos, las botellas de Chinotto de 2 litros y en el juego de Pégale la cola al Burro.

De acuerdo a testigos, todo ocurrió el sábado pasado a las 4 pm, cuando la fiesta se encontraba en pleno apogeo. Un niñito de 9 años, compañero de Juan Ignacio, nos contó su versión de los sucedido. «Estábamos todos saltando en el castillito inflable cuando de pronto entró el abuelo de Juan gritando ‘¡Una bomba, carajo! ¡Corran! ¡O láncense al suelo! ¡O pónganse en posición fetal! ¡O compren la revista Zeta! ¡Pero hagan algo!’ y fue muy raro porque después comenzó a perseguir a las payasitas con la correa en la mano» afirmó Rubén M., testigo de los hechos. La mamá de Rubén, la señora Mirtha, confirmó que durante toda la tarde Rafael Poleo estuvo muy raro. «Le pidió los antecedentes penales a la pintacaritas. Pinchó con un alfiler uno a uno los coquitos de leche y los suspiros, buscando que si micrófonos o explosivos, no sé. Al señor del carrito de perrocalientes le vació los potes de salsa y lo obligó a comerse todas las salchichas. A la piñata la bajó de su mecate, la rompió y botó sus caramelos, diciendo que estaban modificados genéticamente y que les lavarían el cerebro a todos los que los probaran y a sus padres y familiares para que votaran por Chávez. Y a las pobres payasitas, mejor ni te cuento. Las vi al final de la fiesta llorando en la acera. El señor Poleo las acusó de conspiradoras, de colaboracionistas, de ni-nis, de abstencionistas, de quinta columnas del comunismo, de agentes de la CIA y además les dijo que su maquillaje era una mierda. Pobres niñas, yo las conozco; tengo 3 años contratándolas para las piñatas de Rubencito y la verdad es que son unos ángeles. No sé que le pasó a ese señor» dijo Mirtha, mientras llevaba a Rubén y a sus amiguitos a un psiquiatra infantil, en busca de respuestas.

De inmediato enviamos a nuestro pasante subpagado a conversar con Poleo, quien afirmó que estaba orgulloso de lo que había hecho y que, si pudiera, lo haría de nuevo cien veces más. «Nosotros los venezolanos tenemos que entender lo que está en juego; tenemos que dejar la mamaderita de gallo y entender de una buena vez que hay fuerzas oscuras, malignas y ancestrales, que están usando a Venezuela como campo de batalla para sus intereses ocultos e inconfesables. Deidades zoroástricas, herederos del izquierdismo trasnochado, duendes druidas, sociedades ocultas del Temple, los Búfalos Mojados, vendedores de Herbalife; todos están jugando con nosotros, aprovechando cada uno de nuestros pasos para infiltrarnos con su guerra sucia, con sus armas secretas de espionaje» afirmó Poleo, mientras se ponía un gorro de papel aluminio para hablar por Skype con Patricia. «De aquí a octubre, vienen tiempos difíciles. Está en marcha un plan destinado para que cada uno de los votos que se depositan por Capriles, terminen en las cuentas de María Bolívar y Rafael Uzcátegui. Y esto lo saben en la MUD y se hacen la vista gorda. ¿Qué pretenden los grandes poderes ocultos que mueven los hilos de la política mundial con esto? No lo sé, pero lo voy a averiguar. Compra la revista Zeta el mes que viene» comentó Poleo, mientras perseguía por el corredor de su casa a una lagartija para tratar de estudiarla.

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