El primer día en la casa de Alberto Federico Ravell, luego de su salida como director de Globovision, causó revuelo en la vida cotidiana de su familia. Horas después de llegar, Ravell montó una sala de master en la entrada de la casa, desde el cual transmite los eventos y situaciones cotidianas: “Pasó todo el día con una cámara grabándonos, en secreto. En la noche, después de cenar, nos sorprendió con varios micros de Usted lo vio. A mi me grabó limpiándome la boca con la manga y a mi mamá la cachó metiendo la botella de agua vacía en la nevera, sin llenarla” afirmó un miembro de su familia, que prefirió mantener su nombre en reserva.

Pero esto no fue todo: “Al mediodía estuvo viendo un álbum de fotos, silbando Recordar es vivir y después, cuando descubrió que el perro se orinó dentro de la casa, colocó a todo volumen la música tensa de Globovisión” afirmó la misma fuente.

Vecinos y allegados afirmaron que, en efecto, su vida ha cambiado. “Anoche me lo encontré en la acera, dijo que invitará a Gladys Rodríguez para que lea el orden del día en la próxima reunión de condominio. De pana no me pierdo esa reunión” dijo un vecino visiblemente emocionado, al tiempo que su esposa lo pellizcaba. La señora afirmó que no ve la hora del próximo cacerolazo: “¿Te imaginas? ¿Cacerolear al lado de Alberto Federico Ravell? ¡Sólo faltaría que María Alejandra López me invite a jugar canasta!”.