Vendedor en autobús triste porque tiene meses sin recibir los buenos días de una Venezuela activa

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Vendedor en autobús triste porque tiene meses sin recibir los buenos días de una Venezuela activa

El profesional de las ventas al detal en autobuses de bolígrafos, chocolates Nikolo y cualquier cosa que se pueda conseguir robada a buen precio, Hengelberth González, de 25 años, rompió hoy el silencio y confesó sentirse muy deprimido, pues la escasez de transporte ha hecho que tenga aproximadamente medio año sin recibir lo que él considera como su motor de vida: los buenos días de una Venezuela activa.

«Mi gente, como podrás visualizar en este momento, mis ojos están cristalinos porque mi guarapo, al igual que el trago de una chama que no quiere tener relaciones, está aguado»

–Hengelberth González

Luego de explicar cómo gracias a una iglesia cristiana/evangélica/santera salió de la mala vida, Hengelberth, contó a nuestra redacción qué era lo que le tenía el corazón roto. “Mi gente, como podrás visualizar en este momento, mis ojos están cristalinos porque mi guarapo, al igual que el trago de una chama que no quiere tener relaciones, está aguado. Y es que desde hace mucho ya no hay camioneticas a la que me pueda subir para ofrecer mis productos, ganarme la vida y, sobre todo, oír los buenos días de una Venezuela activa. Y creerán que es joda, pero en serio chamitos, ustedes no saben lo reconfortante y sabroso que es recibir de gente trabajadora, niños y señoras asustadas porque creen que las voy a robar, un rolitranco de buenos días. Eso hace que uno entienda pa’ qué vino a esta Tierra. Pero bueno, sin carritos parece que eso ya no será posible. Como tampoco será posible vender estas deliciosas Sambas, que solo por hoy, podrán adquirir por apenas la mitad del precio que lo pueden conseguir en cualquier establecimiento, abasto o centro comercial», finalizó Hengelberth mientras mostraba la fecha de vencimiento de sus productos para convencernos de comprarle algo y cacheteaba a nuestro pasante por intentar pagarle con un «Buenos días».

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