La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), cuyo acrónimo obviamente lo creo alguien con ganas de ir a McDonalds, fiscalizó hoy un supermercado en la ciudad de Caracas con el objetivo de bajar los precios de sus productos. Pero la medida no tuvo éxito porque ya no quedaba absolutamente nada en los anaqueles; lo cual ocasionó que el funcionario encargado de la fiscalización obligara al supermercado a vender sus empleados.

Ignacio Blanco, gerente del supermercado y único conocedor de la famosa “Clave”, habló sobre la medida a la que fue sometida el establecimiento que maneja. “Esto me parece un abuso, vale. Una cosa es que bajen los precios a los productos sin pensar cuánto cuesta reponerlos, o sin evaluar que se pueden causar saqueos, pero obligarnos a vender nuestros empleados me parece denigrante. ¡No estoy de acuerdo! Porque la vida humana no tiene precio, ¿no? ¡Ah, pero al SUNDEE fulano este lo que le interesa es poder decirle a la gente que hay algo barato para que se arme la rebatiña, así sean los empleados! No, y lo peor es que nos obligaron a venderlos a precio de 2010. Cuando uno ha gastado plata en ellos, en formarlos. ¿Pero qué puede hacer uno, ah? Ahí ya los puse a la venta a todos, y para mi sorpresa, se han vendido bien. De los chamos que acomodan la mercancía ya solo me queda uno y las señoras que limpian se agotaron. Hasta al Conejo, el carnicero, que era bastante inútil, se lo llevó una doñita, no sé con qué propósito. Eso sí, lo que sí tuvimos que poner en oferta fueron las cajeras, porque nadie se las quiere llevar. Es que esas uñas que usan son demasiado” dijo Blanco, segundos antes que una señora lo metiera en su cartera para robarlo con éxito, porque el guachimán de la puerta también se había vendido.