Muertos hacinados en la morgue comentan sobre lo precioso que está quedando el Mausoleo de Bolívar

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Muertos hacinados en la morgue comentan sobre lo precioso que está quedando el Mausoleo de Bolívar

«Precioso». «Hermoso». «Sublime». «Magnífico». «Un agasajo a la vista». No faltaron palabras de halago esta mañana, cuando 32 de los muertos que se encuentran hacinados en la Morgue de Bello Monte convocaron a una rueda de prensa para dar su opinión sobre el Mausoleo de Bolívar, obra monumental que se construye en el centro de Caracas.

«A mí me alegra muchísimo por Simoncito, porque de verdad el coso ese que le están haciendo en el centro está quedando es bello, mi amol con te quiero. ¡Así sí provoca morirse, carajo! ¡Es que veo esa hermosura y lo que me provoca es resucitar y volver a nacer, para volver a robarle el negocio de la droga en el barrio al guardia nacional y que me vuelva a meter los 15 tiros que me metió! ¡Bellísimo! Con esos colores, esa forma moderna. Hasta el féretro tendrá oro y piedras.» Afirmó el «Careniño», conocido azote de barrio, que ingresó a la morgue capitalina después de un desafortunado ajuste de cuentas. A su lado se encontraba Guillermo Arocha, estudiante de clase media que falleció luego que su familia pagara el rescate de su secuestro express. «La verdad es que quedó buenísimo, y fíjate que te lo estoy diciendo yo, que soy un sifrinito de clase media, venida a menos pero clase media en fin. Aquí, en la Morgue, nos unimos todos los difuntos, sin distingo de raza o clase social, para admirar ese monumento lleno de buen gusto. ¡Eso era justo lo que Caracas necesitaba!» Comentó Arocha, mientras se ponía bastante rígido para espantar al criminalista que estaba tratando de robarle el reloj.

El señor Víctor Zapata, un arquitecto que falleció por resistirse al robo de su celular, fue el encargado de cerrar la jornada de elogios para la espectacular estructura. «Fíjate las líneas de tensión, la pureza de las formas que tiene este monumento. Lo increíblemente bien que se amalgaman la modernidad de sus líneas con la adustez neobarroca del Panteón, el brutalismo inconclusivista de los edificios del Foro Libertador y el hiperinutilismo del Tribunal Supremo de Justicia. De verdad que Caracas necesitaba desde hace tiempo una obra así de bella. Es como la antena de Directv de nuestra ciudad. Sólo espero que el material del que lo están haciendo sea antibalas, para que pueda proteger a los que lo visitan» dijo Zapata, mientras peleaba con un gusanito que le estaba haciendo cosquillas en los pies.

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