En una trágica y sangrienta escena, el Niño Jesús envió a Santa Claus una cabeza de reno a la cama de su residencia, como amenaza por intentar entrar a territorios latinoamericanos.

“Si ese mamagüevo vuelve a entrar en mi zona, le mando la cabeza del reno mariquito de la nariz roja.” Con esas duras palabras, el Niño Jesús hizo un llamado a Santa Claus para que detenga sus violaciones al llamado Pacto de Guatire. “Ese fue un trato que hicimos en el territorio que ahora se llama Guatire por allá por 1789, allí, Santa y yo acordamos que él no entraría a América Latina y que yo sería quien repartiera los regalos navideños acá. Pero desde hace unos año, poco a poco, Santa ha incursionado en el mercado latino. Algunas familias me han dejado de escribir, pasaron a enviarle las cartas a él. Por eso le mando esa pequeña alerta: la cabeza de uno de sus renos, para que recapacite. Si estas navidades llega a tocar mi zona, tendré que tomar medidas más fuertes.”

Desde el Polo Norte, Santa Claus negó que él estuviera ejerciendo presiones sobre el mercado latino. “Yo no obligo a esos niños a pedirme las cosas a mí. Son ellos solos. Me imagino que por la televisión y eso, ahora me prefieren en vez del hijo de Dios. Pero igual me parece excesiva la medida del Niño Jesús. Hace unos años, amenazó a mis duendes con dejarlos infértiles mandando un árbol radioactivo. Eso sería devastador porque me dejaría sin producción de juguetes. Yo no voy a responderle, porque yo no negocio con terroristas, pero de seguir, no me quedará otra que cortar las alas de un par de ángeles”, manifestó Santa Claus, quien además nos mostró los resultados de estudios médicos que justificaban su problema de obesidad mórbida con un problema de tiroides.