
Familia sacrifica flauta de su hija tras primera clase a distancia

El día de hoy la familia Cifuentes acudió a una medida extrema para conseguir su paz mental durante la cuarentena, al sacrificar la flauta de su hija menor en un ritual en la sala donde en otra ocasión le estarían rezando a una figura de El Nazareno. El hecho ocurrió luego de la primera clase virtual de la joven, cuando la familia completa escuchó a la niña tocar sin ningún dote musical dejando a todos con migrañas, malos humores y discusiones agitadas sobre si ser flautista es una buena decisión económica.
Los padres de la familia Cifuentes, quienes residen en Caracas, inscribieron a su hija Laura en clases de flauta a principios de febrero como una excusa para tenerla ocupada y distraída por más tiempo. Sin embargo, al migrar las clases de música de un salón lejos a clases online, la familia escuchó por primera vez un trágico sonido que podría fácilmente ser usado por el chavismo como método de tortura. “No tuvimos otra opción. Laurita es un ángel cuando está distraída o entretenida haciendo cualquier cosa que no nos involucre mucho, así que nos alegró saber que su maestra daría clases a distancia. Lo que no sabíamos era lo mala que era tocando la flauta. Nunca en mi vida había escuchado un sonido tan atorrante, yo quería sacarme los oídos y clavarme un cuchillo en la oreja. Pensé que solo era yo, pero mi esposo casi vomita de la migraña que le dio. Mis otros hijos se empezaron a volver locos, a uno de ellos incluso le sangró una oreja. No queríamos llegar a algo tan extremista, pero había que hacerlo. Nos reunimos en la sala y fuimos sinceros con Laurita. Era ella o la flauta. Como Laura tiene 9 años, escogimos a la flauta. No nos quedó otra opción que ponernos en un círculo, bañar el horrendo instrumento en aceite, quemarlo y luego destruir su cadáver chamuscado. Tú sabes, lo normal que harían unos padres responsables. La paz volvió a la casa”, afirmó la madre, quien también confesó que rezó para que a ninguno de sus hijos se les antojara aprender a tocar el violín o la batería.