La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró este miércoles a todos los profesionales del hampa común de la Universidad Central de Venezuela (UCV) como Patrimonio Cultural de la Humanidad, como un reconocimiento a su perseverancia y a sus aportes al avance de las ciencias delictivas.

La decisión fue tomada por el Comité Intergubernamental de Preservación de Dirigentes Estudiantiles y Vendedores de Marihuana en Tierra de Nadie de la Convención de la UNESCO, quienes firmaron el informe que concede a los malandros de la UCV su estatus de patrimonio cultural. “La Humanidad tiene el deber de preservar para sus futuras generaciones cosas tan icónicas e importantes como la belleza de las nubes de Calder, el valor arquitectónico del reloj de Villanueva, el sometimiento que tiene ‘Cara de Carne Molida’ sobre los pasillos de Ingeniería, la agilidad con la que Careniño rompe las manillas de las puertas de un carro en el estacionamiento de Odontología o lo fácil que es para otros malandros abrir aulas y robar todos los celulares. Debemos seguir preservando los valores culturales de este prestigioso centro de estudios, para que al igual que los estudiantes de Letras cuando ven un jabón, no desaparezcan”.

La Directora General de la UNESCO, Audrey Azolay, recalcó: “En algún momento el comité no pensó en nombrar a los malandros como patrimonio cultural porque son unos simples delincuentes; pero al ver que ninguna autoridad policial los toca, al ver que es casi como que el Gobierno los protegiera y los cuidara, no hubo ningún problema en concederles la mención”, aseguró Azolay mientras era robada por el Dostoievski, el único malandro que roba en la escuela de Filosofía.