La máquina de hacer pasta, un airfryer en casa de maracuchos y la abuela son apenas algunos de esos artefactos que por más que tengan años en una cocina jamás son tocados. Este mismo destino le tocó al extractor de jugos de la casa de la familia Fernández; este electrodoméstico celebró esta semana su aniversario número 40 sin haber sido utilizado ni siquiera una sola vez.

La señora Otilia de Fernández, que cree haber comprado el artefacto hace 4 décadas mediante un catálogo de productos de Amway, ofreció declaraciones sobre este importante logro: “Ay mijo, ese extractor de jugos yo lo compré —si mal no recuerdo, porque ya la memoria me falla— porque mi esposo andaba con un tiquitiqui de que quería jugo de naranja recién exprimido; claro, eran otros tiempos, en aquella Venezuela uno podía pensar en darse esa vida de millonario. Por eso agarré el catálogo de los producto (sic) y se lo ordené a esa señora —creo que era Miriam o Zoraida que se llamaba, no estoy segura—; ella siempre decía que era mi amiga pero mentira, todo era para venderme cosas. En fin, se compró el aparato ese para hacer jugos y nunca jamás nadie lo tocó, ni una sola vez; como a la tía María que se fue de este mundo como vino, virgencita, que Dios la tenga en su Gloria. En fin, en esta casa se compraron miles de jugos de naranja con 20% de naranja, refrescos, aguardientes y aquí nadie hizo jugo de naranja, pero siempre dejamos el extractor de jugos ahí porque quizás algún día alguien va a necesitar usarlo”, afirmó Fernández, mientras usaba la cafetera de expressos que le regalaron hace 10 años para guardar la greca.