El Departamento de Estado a cargo de Marco Rubio, hijo de migrantes que odia a todos los migrantes, advirtió enfáticamente a sus ciudadanos no viajar a Venezuela por el “peligro extremo” que representa. Sin embargo, también aseguró que “Venezuela se arregló” y todos los venezolanos con TPS, parole humanitario o asilo político pueden ser deportados sin ningún problema.