El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), y quien disfruta cuando a alguien no le funciona un chiste, Diosdado Cabello, dijo ayer que emigrar se ha vuelto “una moda” y, para combatirla, decidió asistir a la fiesta tranquila –es decir, una “reu”– de un grupo de jóvenes con el objetivo de sustituir a uno de los amigos que se había ido de Venezuela.

«Ponte un Bad Bunny, saca el dominó para jugar Trident y rascar a las carajitas»

–Diosdado Cabello

Con botella de Coñac Henri IV Dudognon Heritage bajo el brazo izquierdo y una bolsa de hielo Perrier en la mano derecha, Cabello se apareció en la casa de Juan Pablo Di Canzio, a quien todo conocen como “Juanpi”, para festejar. “Aquí estoy, listo para sustituir a Juan Carlos que se fue a lavar pocetas a Chile. Es que ya estoy cansado de la mariquerita en la que andan todos los fascistas imperialistas edgarramiristas ahorita y que tristes porque sus ‘brothers’ se están yendo… ¡Güevones! Así que empecemos, pues. Vamos a tripear como dicen ustedes. Ponte un Bad Bunny, saca el dominó para jugar Trident y rascar a las carajitas, hablemos paja de los que no vinieron y despellejemos un pug vivo, que es lo que se hace en estas reuniones, ¿cierto?”, aseguró Diosdado Cabello minutos antes de hacer, tan solo con su mirada, que un asistente a la reunión gritara: “¡Bebo porque soy marica!”, mientras se tomaba una botella de Cacique fondo blanco.

Por otro lado, Vanessa Parmigiani, quien siempre se toma el refresco del ron pero nadie le dice nada porque es la novia de Juanpi, el dueño de la casa, contó su impresión de lo ocurrido: “Chama, qué locura. Tipo en un momento estábamos chileando, super equis en verdad, y al siguiente teníamos al lado a Diosdado Cabello ¡DIOS-DA-DO CA-BE-LLO! Aún no lo supero. No te voy a negar que todos nos asustamos demasiado. Creímos que nos iban a meter presos o hacernos daño, no sé, algo, pero nada al final fue pana y lo mejor, hasta trajo hielo. Eso sí, jugando ‘yo nunca nunca’ dijo unas cosas que quéeee”.