Ante la gran expectativa que se vive en el ambiente pre-electoral, la señora María Alejandra López, ama de casa domiciliada en un espacioso apartamento de El Cafetal con balcón y flores artificales, recurre a la opinión de su masajista de confianza para formar una proyección concreta de lo que sucederá el 7 de octubre.

Luego de conversar durante 30 minutos con Mislaidys, quien le realizaba un masaje anti-celulítico, la señora María Alejandra confirmó que, en efecto, todos los «pobres» están hartos de este gobierno. «Pasé media hora en el salón de belleza y eso me bastó y sobró para confirmar mi teoría: el Innombrable ya perdió el apoyo popular, nadie lo quiere. No tiene calle, le falta hollín en la ropa, que te lo digo yo. Esta niña, Mislaidys, me lo acaba de decir, ella cree que ya llegó el momento de un cambio, de nuevas caras y si son bellas mejor. Ella vive en Catia, esto te lo digo con total convicción. Y ya va, no sólo es ella, la que me hace los pies y la que me plancha el pelo opinan lo mismo. El tirano está listo, perdió su arraigo en las clases más bajas. Es más, el 7 de octubre no creo que saque ni quinientos mil votos, así que ¡A la calle! ¡Compren atún! ¡Preparen la champagne! ¡La salida es electoral! ¡Ricardito ESTUDIA! ¡Ni un paso atrás! ¡Hay un camino! ¡Mano segura no se tranca!» afirmó la señora López, mientras Mislaidys le pedía que no se moviera porque le estaba afeitando el bigote y podía cortarla.

Nuestro pasante subpagado, quien se hizo pasar por la nueva manicurista de la peluquería, logró conversar en exclusiva con Mislaidys mientras se tomaban el café del medio día. «Mira, mija, esa señora lo que está es sollada, ¿qué le pasa a la amiga? Yo apenas le dije que me fastidiaba que se fuera la luz y el agua a cada ratico, que la quincena no dure ni 2 días, que nadie haga nada por arreglar el Metro del cipote, que no se consiguiera aceite o papel tualé o que los choros te atraquen un día sí y el otro también… Pero de allí a decir que estoy cuadrada con uno o con otro, no. Yo lo que te soy es apolítica, a mi esas cosas no me gustan. ¿Pagar un plantón, yo, el 7 de octubre, bajo esa pepa de sol? No mijita, mi mamá no parió teja. Ese día Yonniker y yo agarramos la moto, encaramamos los 6 chamos y nos vamos pa’l playón. La doña se armó todo una historia, ¿no? Siempre lo hace, pobrecita. Chávez la tiene loca».