El gobernador del Zulia y principal precursor de la ingesta de botox medicinal, Manuel Rosales, rechazó abiertamente el proyecto de «ley contra el fascismo, neofascismo y expresiones similares» impulsado por el régimen de Nicolás Maduro, y en su lugar propuso crear una «ley de hacer el amor así bien rico, divino, sudaditos en la parte de atrás del Corsa» para sanar al pueblo venezolano.