Don Herbáceo Villamizar, un señor de 81 años, sommelier de avena, grandeliga de canasta y paciente de Alzheimer, no supo la suerte que tuvo de olvidar por completo —gracias a su enfermedad— el humillante monto que le fue depositado por su pensión.

“Él siempre ha sido el paciente más risueño del ancianato Casa Hogar Fundación Albergue Nuestra Señora de Eladio Lárez. Don Herbáceo se levanta a las 3 am en punto todos los meses para salir a cobrar su pensión y luego de hacer una cola de más de 12 horas es normal que llore cuanto ve lo que le depositaron en el banco. Pero por suerte y gracias a su problema, se le olvida al instante. Esa es una bendición que no tienen todos los señores de la tercera edad quienes luego de cobrar, se amargan y no dejan de quejarse por días sobre cómo la pensión les alcanzó para desayunar medio cachito masticado” comentó uno de sus cuidadores, quien ocultó su identidad, ya que también revende viagra a los ancianos del albergue. Tu secreto está a salvo, José Augusto Mora.