Cansado de su caminata por El Retiro, Germán Villegas, un joven emigrante venezolano, tomó un respiro y aprovechó para reflexionar sobre una gran inquietud que tiene días dando vueltas por su cabeza: ¿debería usar sus ahorros para alquilar un apartamento en un barrio decente de Madrid o para comprar una lata de Pirulín? Sí, el apartamento le dará estabilidad, no lo discute; pero el Pirulín lo transportará a su infancia en Venezuela y lo hará llorar, no tanto por la nostalgia que lo abruma como por el daño que esa compra podría causar en su estado de cuenta.