La familia Martínez este año no podrán seguir su tradición navideña de comprar un pino debido a que los altos costos de la decoración se alejan cada vez más del presupuesto familiar, por ese motivo, este año decidieron adornar la silla de la computadora.

Mirla González (46), madre del hogar y quien estaba pintando los manteles tejidos de la abuela de rojo y verde para tener más ambiente navideño, comentó que “no nos quedó de otra que ingeniarnos una nueva Navidad. En otras ocasiones comprábamos un pino natural y los llenábamos de luces, de bambalinas y hasta le poníamos una estrella que siempre quedaba torcida. Pero ¡No juegue! esta navidad los árboles están incomprables, aquello es una locura. Así que pensamos en buscar otras cosas que decorar. Se nos ocurrió adornar una mata de sábila, el Orbitreck y hasta a la abuela, pero desistimos de esa idea porque con las luces no nos íbamos a fijar si dejada de respirar. Al final se nos ocurrió una mejor idea y agarramos la vieja silla de la computadora. Desempolvamos la cosas de navidad que una vez compré en BECO por allá por 1989 –que por cierto bien buenas que han salido– y bueno, nos quedó un hermoso árbol silla de navidad. Al final lo importante es mantener el espíritu», afirmó la señora Mirla mientras forraba las cajas de zapatos para simular regalos debajo de la silla.

Por su parte, Juan Martínez (22), hijo menor de tres hermanos, aseguró: “Nah, qué ladilla con mi mamá, pues ¿cómo va a adornar la silla de la computadora? ¿Ahora dónde voy a guindar la ropa sucia? Tendré que dejarla en el suelo. Esto es la cosa más fastidiosa que se le ha ocurrido a mi mamá, y eso que ella nos levanta todos los domingos a las 7 de la mañana a limpiar”, sentenció Juan mientras hacía un favor de mala gana para que no se lo volvieran a pedir.