La avenida 4 de Mayo de Porlamar se bañó de sangre la tarde de hoy cuando un vendedor de Herbalife se topó con un vendedor de Resorts. El breve encuentro visual desató un efecto desconocido que resultó en la explosión de los cuerpos de los vendedores.

Javier Figuera, primo de una de las víctimas, se encuentra todavía en recuperación y aseguró estar un poco confundido por los sucesos. “Estoy aturdido todavía, pero recuerdo que cuando se encontraron había nerviosismo en sus expresiones, como de quien quiere venderte algo intensamente. Después de mirarse a los ojos, se abrió un vórtice entre ellos que succionó la materia cercana, como un agujero negro. Luego se desató un ventarrón impresionante, como si estuviera en un huracán; allí todo empezó a temblar y explotaron creando una ola expansiva. De allí en adelante no recuerdo nada más, todas las personas en 2 kilómetros a la redonda se desmayaron instantáneamente”.

Joseph Molina, científico del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) está detrás las pesquisas del sangriento evento que, según él, podría brindar nuevas pistas para indagar en el origen del universo. “La cantidad de energía que se formó en el extraño encuentro de dos masas de vendedores tan increíblemente invasivos y atorrantes causó un pequeño agujero negro. Si recreamos de nuevo lo que pasó podríamos mejorar notablemente nuestras investigaciones del bosón de Higgs y el origen del universo. Incluso, superaríamos la tecnología creada en el CERN de Suiza. Eso sí, lo que necesitamos son vendedores de Resorts y de Herbalife que quieran unirse a esta noble causa.” Al finalizar, Molina explicó que se está evaluando la inclusión a la lista “agujeros negros de atorrancia” a los Testigos de Jehová y a vendedores de bolígrafos de los Hogares Crea.