Mientras nos decía que no, que no podía vendernos cervezas, Carlos González, dueño de la licorería “La Taguarita de Rosenda”, nos informó que el día de ayer se efectuó en su establecimiento una OLP, que dejó un saldo de 15 guardias nacionales borrachos.

«eran las 5 de la mañana cuando abrieron la de anís que además ligaron con Frigurt.»

–Carlos González

El señor González, quien aún estaba sudado después de haber pasado toda la noche limpiando el vómito dejado por los uniformados en su local, aseguró estar sorprendido ante la capacidad de beber de los efectivos. “Al principio me asusté. Llegaron todos esos guardias encapuchados, con armas largas y granadas, como si uno fuera un delinc… no, mentira, a los malandros no le hacen eso. Pero bueno, llegaron armados hasta los dientes, y me arrodillaron mientras me gritaban ‘¡Habla! ¿Dónde está?’ En ese momento, si te soy sincero, me oriné un poquito encima, porque no tenía idea de que hablaban. Me dije a mí mismo ‘hasta aquí llegaste, Carlangas. Game over’ pero en lo que se quitaron las capuchas, dijeron ‘¡Qué donde está es la curda y la fiesta, papá! ¡Ay, mira esta mamita se cagó, ¡qué parcha!’ y se mearon de la risa. Ahí fue en que me enteré en qué consistía el operativo. Empezaron con unas cajas de birras para entrar en calor, luego unas patas de elefante, unas historia sin fin, chimeneó, sambuca; hasta ese momento todo me parecía normal. Sin embargo dejaron los juegos de carritos y pidieron tequila, vodka y ginebra… ¡No paraban! Tanto así que eran las 5 de la mañana cuando abrieron la de anís que además ligaron con Frigurt. Al final no me pagaron y terminaron vomitándome y meándome el sitio, pero de verdad, los admiro. Ahora sí me siento seguro. Ellos si son dignos de la seguridad de un país.” finalizó González, mientras explicaba que él no es “Rosenda”, pero cuando compró la licorería le cobraban 6 mil unidades tributarias para cambiarle el nombre y prefirió dejarlo así.