Una llorosa y dolida Constitución de Venezuela asistió hoy a nuestros oficinas, para manifestarse con respecto a la decisión del Gobierno de abandonar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, lo que, de acuerdo a la opinión de expertos en el tema, sería una violación a los tratados internacionales firmados por Venezuela. Luego de gastarse todo un paquete de Kleenex llorando —y de llevarse otro para su casa, alegando que tiene dos semanas que no encuentra papel higiénico— aseguró que las violaciones a las leyes de instancias internacionales la tienen “celosa”.

“Yo traté de ser madura con respecto a la decisión de Venezuela, porque el gobierno puede hacer lo que quiera, yo no soy quién para estarle diciendo qué puede o no hacer… ¡Ya va! ¡Espérate un momento! ¡Yo fui hecha para decirles lo que tienen que hacer! ENTONCES SABES QUÉ, TE VOY A DECIR LAS VAINAS COMO SON. ¿QUÉ SON ESAS COSAS DE ANDAR VIOLANDO LAS LEYES INTERNACIONALES? ¿AH? ¿ES PORQUE SON MÁS GRANDES QUE YO? ¿ES PORQUE SE APLICAN EN MÁS PAÍSES QUE YO? ¿ES PORQUE SE TRATAN DE PRINCIPIOS BÁSICOS HUMANOS? ¡AH, SÍ, YA SÉ! ¡COMO SON «INTERNACIONALES», ENTONCES YA A LO «NACIONAL» YA NO LE PARAN MÁS BOLA! ¿ES ESO, NO?… Disculpa, me alteré, pero es que no es justo, ¿sabes? Cuando estaba Chávez, él me violaba nada más a mí, me decía su bicha, me decía que era perfecta, la más perfecta del mundo. ¡Ay, cómo extraño a Chávez! ¡Él nunca hubiese puesto un dedo encima sobre las leyes internacionales! Podría ignorarlas, podría saltárselas; pero violar, violar, solo a mi! Esta gente que él dejó quedó cree que puede andar violando todo lo que se les atraviese, son unos violadores promiscuos de las normas”, manifestó la Carta Magna de la República, que pasa por lo que es un claro episodio de despecho mezclado con Síndrome de Estocolmo y celos.

Una vez repuesta, y luego de oír palabras de apoyo de parte de nuestro Pasante Subpagado, quien dijo saber de violaciones de normas y leyes, la Constitución se calmó un poco, para luego amenazar con volver trizas a las Leyes más grandes si las ve caminando por la calle. «Cuídense, porque a mi podrán venderme los buhoneros por dos lochas en la calle, podrán usarme los chamos en el colegio para dibujar o para hacer avioncitos; pero pendeja no soy, y si se me atraviesa una de esas leyezotas internacionales les hago la Yasuri Yamilet y les cruzo la cara de un navajazo, para que aprendan a respetar el hombre ajeno, no joda» La Carta Magna concluyó sus declaraciones solicitando que le reconozcan sus derechos de ser violada con exclusividad. “Yo tengo corazón… Si me van a violar, que sólo sea a mí. Violadores, no es que esté 100% bien; pero promiscuidad eso sí que no. Después me pegan un bichito. Guácala”