Perro con zapatos espera que su triste existencia termine con arrollamiento de carro

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Perro con zapatos espera que su triste existencia termine con arrollamiento de carro

Cotufa, un pequeño perro maltés que es obligado todos los días a usar zapatos por sus dueños, espera ansiosamente que su humillación termine con un arrollamiento automovilístico.

“Para decírtelo claro y raspado: Gloria, mi dueña, es una mujer maldita. Yo espero que la maten en un atraco o que le pase algo que la haga sufrir bastante. Ella no sólo me mete en su cartera y me lleva a todas partes con ella. Lo pero es que todos los días me obliga a colocarme unos estúpidos zapatos que me hacen ver como un imbécil. Como si ya ser un maltés o un poodle heterosexual no fuera lo suficientemente difícil, no; esta gente viene y te ponen unos zapaticos de colores. ¿Qué es eso? ¿Tú me comprendes, pana? Yo al principio me resistía, pero todo ha sido inútil. Por eso deseo con todo mi corazón que un carro me atropelle, que algún vecino me lance un bistec bañado con Campeón o que alguien me suelte desde un balcón. Yo lo que quiero es detener esta humillación. Usted no tiene ni idea de lo que es vivir con esta indignidad» comentó Cotufa, mientras lamía sus genitales ante la mirada incómoda de todos los presentes.

Por su parte, Chispita, pareja estable de Cotufa, no está del todo convencida sobre la solución planteada por su marido. “¿Deprimido, Cotufa? ¡Noooo, que va! Deprimida yo, que tengo rato esperando que Cotufa me monte para tener cachorritos. Pero Cotufa lo que hace es montarse en las piernas de la visita para que la regañen y le caigan a palos, buscando que alguien lo malogre de verdad. Yo se lo digo todos los días mientras comemos nuestra escudilla de Perrarina: ‘Cotufa, yo no creo que ese sea el mejor camino. Si no te gustan los zapatos, muérdelos, cómetelos, haz algo así’. Yo le digo que a mi no me importan, que yo sé que él es lo suficientemente hombre a pesar de los zapaticos. Que más bien agradezca, que lo de los zapatos es lo de menos; mira que por ahí hay mucho perro cundido de piojo, viviendo en la calle, comiendo basura. En todo caso, mi recomendación es que antes de suicidarse, mejor le hagamos la vida imposible a Gloria como venganza. Podemos plantarle evidencia de un falso asesinato y llamar al CICPC, o también podemos sembrarle drogas; mira que yo conozco a un cacri que vende de todo en Planta Baja” explicó Chispita, momentos antes de detener a Cotufa en su vigésimoquinto intento de meterse en la secadora.

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