Luego de que la ONG Transparencia Internacional seleccionara a Venezuela como el país más corrupto de América Latina, el Gobierno Nacional tomó la decisión de sobornar a la ONG para ser eliminada de la lista.

Nicolás Maduro, ministro de Relaciones Exteriores, habló brevemente con la prensa, mientras anunciaba la solicitud hecha al organismo internacional. “Para el gobierno presidido por el ente Comandante Invisible Hugo Chávez, es total y completamente inaceptable que Venezuela esté entre los países más corruptos de Latinoamérica. El problema es el parámetro con que ellos nos evalúan, que es parte de una conspiración mediática en nuestra contra: lo que ellos llaman «corrupción», nosotros lo entendemos más bien como «redistribución económica solidaria por tu servicio». ¿Cómo acaba uno con eso? ¿Con qué corazón? Eliminando a los gestores, le daríamos un duro golpe a la economía familiar. ¿Cómo quedan esas familias que reciben su pan de cada día gracias a la corrupción? ¡Cientos y cientos de niños que cuentan con la mordida, con el sablazo, para poder ir a la escuela, educarse y ser los corrupticos del mañana! Por eso estamos enviando un emisario a Transparencia Internacional, con una oferta que no podrán rechazar, para que elimine a Venezuela de la lista” comentó Maduro, mientras autorizaba al Banco Central de Venezuela a llenar de fajos de billetes la agenda del funcionario que irá a cumplir tan importante misión.

Intentamos conocer la opinión de algún representante de Transparencia Internacional, pero cuando logramos comunicarnos, el emisario de Nicolás Maduro ya había llegado, aparentemente: “Queremos retractarnos sobre la posición de Venezuela. Ese es un hermoso país con un excelente sistema jurídico y unas instituciones envidiables. Que Venezuela haya quedado en el primer lugar debió ser un error de tipeo de la secretaria. En verdad queríamos decir… Belice; sí, ellos; es que la B y la V están muy pegadas en el teclado. Estamos tomando medidas para que esto no vuelva a ocurrir” afirmó Fabiana Belucci, representante de la ONG, mientras le decía a su agente de Bienes Raíces que le buscara oficinas en algún paraíso fiscal.