Camilo Márquez, un misterioso señor honesto, escribió su verdadero número de teléfono en la factura del supermercado. Un evento que no se había visto desde 2008, cuando la señora Luisa Rojas hizo lo mismo en la ciudad de Barquisimeto.

“Yo tuve mis sospechas de que ese señor me estaba diciendo la verdad, fue muy extraño”, comentó Clara Zamora, cajera de un popular supermercado caraqueño. “Cuando terminó de escribir su teléfono, me pidió el recibo de nuevo, porque se había equivocado en un número. Le pregunté si me estaba hablando en serio y luego de un silencio incómodo, me dijo que sí. Le di el papel y escribió su número bien; y así como llegó… desapareció: el misterioso hombre sincero. Había escuchado de gente que era así. Hay un caso de 2008, una señora que dio su dirección real para hacer una factura en un mercado, increíble”, explicó la cajera, con lágrimas en los ojos y una renovada fe en la humanidad.

Gabriel Méndez, jefe del Instituto de Investigaciones Mierderas (IIM), explicó que estos extraños eventos se presentan aproximadamente cada 5 años. “Ese es el lapso en el que uno consigue a una persona honesta en el país. En el 2003 se supo de un venezolano que llamó al teléfono por nombre de ‘mamá’ en un celular que se consiguió en la calle para devolverlo. También, en el año 98, un panadero le dijo a la cliente que en verdad las pastas secas no estaban frescas”, culminó el investigador, quién aseguró que habrá que esperar hasta el 2018 para conseguir una mujer coloque una foto de perfil de Facebook que no sea engañosa.