El día de ayer, Manuel Rosales, autoproclamado dirigente de la oposición en el exilio, anunció que se encuentra evaluando fechas para su posible retorno a Venezuela. «Aún no me decido: las más probables serían el 30 de febrero o el 32 de diciembre, dependiendo… vos sabés, la paja de la temporada alta y todo ese cuento».

«Mirá. Yo me inclino más porque sea el 32 de diciembre. Yo sé que es muy difícil, porque es la temporada decembrina y los pasajes cuestan que jode; pero lo bueno es que como es el día después de Año Nuevo, seguro los coños en Inmigración están enratonados y me dejan pasar sin problemas. Yo de todas maneras ya me compré una gorra de beisbolista y unos lentes oscuros, para que nadie me vea. Pero no se lo digan a nadie, ese es mi plan secreto» afirmó Rosales, mientras ordenaba una Cusqueña. «Si no consigo pasajes pa’l 32 de diciembre, segurito le echo pierna el 30 de febrero. Esa es la época de Carnaval, también podría pasar disfrazado por la Aduana sin levantar sospechas. ¡Ya me compré mi sombrero con la S del Sorro!» reveló Rosales, emocionado.

De manera extraoficial, pudimos conocer que Rosales, siendo tan precavido como de costumbre, estaría manejando otras fechas más, de manera de tener cubiertos todos los ángulos y poder confundir al gobierno. «En el peor de los casos, si no conseguimos pasaje para el 32 de diciembre o para el 30 de febrero, podríamos irnos otro día. Estamos pensando en feriados, que hay más movimiento en el aeropuerto: podría ser en el día de Canción de Gracias, el día de la Cruz de Junio, el 1ro. de noviembre, que es el Día de Todos los Diablos de Yare, o el 24 de julio, que se celebra el natalicio de Simón Rodríguez» dijo Rosales, mientras le pedía consejos de disfraces a Carlos Ortega.