Gualberto López, un miliciano de 67 años y ahora miembro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), aseguró estar ansioso de que le curen sus cataratas para poder reprimir opositores venezolanos con total comodidad.

“Primero que todo tengo que darle las gracias a nuestro Presidente Supremo Obrero Hermoso por habernos integrado en las Fuerzas Armadas. Ahora sí vamos a hacer lo que cualquier militar venezolano hace en Venezuela: meter presos a los disidentes, pegar lacrimógenas en la cara a los escuálidos, llevarse preso a Gilber Caro cada 6 meses y cuidar la venta de pollo. Tengo muchas ganas de trabajar en la FANB, pero primero necesito que me curen las cataratas que tengo desde hace 20 años, para así poder saber si estoy disparando a la cara o directamente a los genitales. Y ya que ahora somos igual a los militares no estaría mal que nos den algunos contraticos con el gobierno, una mansión en Cumbres de Curumo y por qué no unos viajecitos a Canaima en aviones militares. Si ya estamos en la FANB que sea con todo”, finalizó López mientras no dejaba pasar al hospital a una señora que estaba en trabajo de parto porque vestía una falda.