Migdalia Ferrer, profesora de 5to grado de la Unidad Educativa Pastor López XXIII, quedó devastada al decomisar el celular del alumno Alejandro Rondón y descubrir que tenía mensajes de un contacto llamado “María Andreína Profesora Particular”.

“Es que acaso yo no le enseño bien?, ¿en qué estoy fallando?, ¿acaso no le enseñé cómo recortar el foami con los números de la tabla de multiplicación?” fueron apenas algunas declaraciones de la profesora Migdalia quién lloraba y pasaba el despecho con un tequeñón de la cantina. “Yo le decomisé el celular a Alejandrito porque supuestamente tenía unos videos de Naruto teniendo relaciones sexuales con Hello Kitty y se lo estaba pasando a sus amiguitos, pero al tomar su teléfono, revisé los Whatsapp y vi que tenía unos mensajes con una tal Profesora Particular. ¿Quien se cree ella y por qué le está dando clases a mi Alejandro, ah? Yo pensaba que todo entre nosotros estaba bien. Pero veo que no. Igual, ya ni me importa. Que se vaya con la María Andreína esa a ver si le prepara tizana con Frescolita el día de la alimentación como yo” exclamó Ferrer mientras se limpiaba las lágrimas con un pliegue de papel crepé.