El día de hoy, Ricardo Jiménez (21) decidió no perder los mejores años de su vida en una parada un autobús esperando un autobús por puesto, que, al igual que un título, de los Tiburones de La Guaira, parece que no pasará pronto. Por esto, se metió en una cápsula de criogenización y pidió a una señora que, por favor, lo despierte cuando la camionetica haya llegado.

La señora designada por Ricardo para despertarlo, Carmen Lara, contó los detalles del curioso evento. «Pues, te cuento, mijo. El muchacho ese estaba sentado en el banquito esperando como todos, pero, en lo que se quedo sin pila en el aparato ese que usan pa’ mandarse cochinadas eróticas, se puso como loco, todo ansioso y dijo que no iba a estar en la parada hasta arrugarse como yo, pero que tampoco iba a estar aceptándole la cola a un desconocido que podía ser un sádico. Así que de la nada sacó una… ¿cómo es que se llama? Ajá, una cápsula de hibernación para congelarse y así no envejecer mientras esperaba. ¡No juegue! Hubiese tenido eso cuando joven y no me salían estas patas de gallo esperando que el marido mío volviera de tomarse unas «friítas», pero bueno, eso es otra historia. Lo que te decía es que el muchachito este se metió y, antes de cerrar la puerta y echarse el frío encima, me pidió que lo despertara cuando la camionetica estuviera llegando; cosa que, muy amablemente, haré, pero la verdad es que yo ni el Warsap (sic) sé usar, así que no tengo idea de cómo pararlo. Lo bueno es que igual ese autobús nada que pasa», afirmó la señora Carmen, segundos antes de irse de la parada porque sí le aceptó la cola a un sádico.